La infertilidad es la incapacidad de concebir un hijo después de más de 12 meses manteniendo relaciones sexuales sin éxito. Pero también ocurre que, una vez tenido un primer hijo, algunas parejas no consiguen volver a tener un bebé. Esto se conoce como infertilidad secundaria.
Se cree que una vez concebido un primer hijo, tener un segundo no supondrá ningún problema. Sin embargo, no siempre es así: millones de parejas en todo el mundo se encuentran con este problema, cada vez más frecuente. Estas parejas tienen los mismos sentimientos de culpa, negación y frustración que las que padecen infertilidad primaria.
¿Cuándo deberíamos acudir a una clínica de fertilidad?
Pasados 12 meses sin éxito en la consecución del embarazo (6 meses si la mujer supera los 35 años), se recomienda la visita al especialista para que tanto el hombre, como la mujer, se realicen los estudios necesarios. Por lo general, para los casos de infertilidad secundaria se evalúan las mismas causas que para cualquier infertilidad. Pero el factor determinante en el caso de la infertilidad secundaria, suele ser la edad. Las posibilidades de concebir disminuyen a medida que las mujeres cumplen años: con 25 años, la probabilidad mensual de conseguir el embarazo en una pareja sin problemas de fertilidad, gira en torno al 25%, y a partir de los 35 la probabilidad es inferior al 15%. Esta reducción se debe a la baja reserva ovárica y a la disminución de la calidad de ovocitos.
¿Cuáles son las causas de la infertilidad secundaria?
Las causas de la infertilidad secundaria pueden ser las mismas que las primarias. Aunque la causa principal suele estar relacionada con la edad (responsable de las variaciones hormonales o de problemas de ovulación), otras causas pueden ser:
- Alteraciones uterinas o lesiones pélvicas
- Cambios en los hábitos: fumar, beber alcohol de forma excesiva, tener sobrepeso o muy bajo peso
- Defectos en la ovulación
- Obstrucción de las trompas de Falopio
- Causas genéticas
- Problemas hormonales (un desequilibrio en la hormona tiroides o un aumento en los niveles de FDH, por ejemplo)
- Baja calidad seminal
- Alteración de la producción espermática
- Obstrucción de canales testiculares
También pueden aparecer alteraciones asociadas al primer embarazo.
Tratamientos para la infertilidad secundaria
Las pruebas para diagnosticar la infertilidad secundaria, que se realizan tanto en el hombre como en la mujer, son las mismas que se utilizan para la infertilidad primaria. Lo mismo ocurre con los tratamientos de reproducción asistida. Y siempre, el primer paso es la evaluación por parte de un especialista en fertilidad.
En Clínicas EVA recomendamos preservar la fertilidad con la vitrificación de óvulos, de manera que, cuando la mujer o la pareja quieran volver a tener un hijo, puedan recurrir a los óvulos sabiendo que mantienen la misma calidad genética que en el momento en que fueron vitrificados. Se trata de un método de congelación ultrarrápido que evita los daños en los óvulos y mejora las tasas de implantación. Los óvulos se mantienen a -196º en nitrógeno líquido hasta que la mujer decida recurrir a ellos para ser madre.
