El reloj biológico de la mujer avanza inevitablemente con el paso de los años, y es el responsable de que la fertilidad de ésta disminuya. Los cambios fisiológicos que experimenta a partir de los 30 años explican la intensa relación existente entre edad y fertilidad.
Edad y fertilidad
¿Te has preguntado por qué influye tanto la edad de la mujer en las posibilidades de concepción? El pico de máxima fertilidad de la mujer es a los 20 años. A los 30 años empieza a a disminuir la fertilidad poco a poco y es a partir de los 35 cuando el declive es mucho más acusado. En concreto, existe una disminución de entre el 20 y el 25% en la tasa de fecundidad cuando comparamos mujeres de entre 30 y 35 años con aquellas de entre 20 y 25 años.
El motivo del declive de la fertilidad se encuentra en la propia fisiología de la mujer, es algo muy común que afecta a todas las mujeres. Nacemos con un número determinado de óvulos, que se van agotando con los años. A medida que aumenta su edad, la norma general apunta a que disponemos de menos óvulos y de peor calidad. La pérdida en la calidad y cantidad de los óvulos de la mujer conlleva que la tasa de esterilidad, que apenas alcanza un 10% en las mujeres entre 20 y 29 años, se eleve al 25% entre los 30 y los 39 años.
¿Qué hacer para conservar la fertilidad?
Los tratamientos de reproducción asistida pueden ayudarte a conservar tu fertilidad. La vitrificación de óvulos es la técnica indicada para ello. Vitrificar los óvulos te permitirá ser madre con garantías en un futuro y en el momento que consideres oportuno. Esta técnica consiste en la congelación ultrarápida de ovocitos, en lugar de utilizar un método de congelación tradicional, con el objetivo de que tus óvulos no sean dañados.
