Ser donante de óvulos

¿Estás pensando en ser donante de óvulos? Se trata de un proceso seguro que comprende distintas fases. Te contamos cuáles son los pasos a seguir para ser donante de ovocitos.

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Donar óvulos significa realizar un acto de solidaridad y ayudar a dar vida. Cada vez son más las parejas y mujeres que necesitan ovocitos de donante para poder concebir, por ello, este acto se convierte en un elemento muy importante en los tratamientos de reproducción asistida. Si estás pensando en ser donante de óvulos te contamos en qué consiste este proceso, mediante el cual puedes ayudar a cambiar la vida de muchas personas.

Procedimiento para ser donante de óvulos

El primer paso para ser donante de óvulos consiste en realizar una serie de controles médicos necesarios para certificar que tu estado de salud es el idóneo y tus óvulos son aptos. Estos controles consisten en un examen clínico completo, que se realiza de forma gratuita y que incluye: análisis de sangre, exploración mamaria así como una exploración ginecológica, la cual se basa en la realización de cultivos, citología , ecografía transvaginal…Además, se valoran tus antecedentes familiares para descartar enfermedades genéticas, y un especialista se encarga de realizar un control psicológico mediante una entrevista.

Una vez realizados todos los estudios y controles pertinentes, si los resultados son favorables eres considerada apta para ser donante de óvulos. A partir de ese momento, y desde tu primera menstruación, comienza la etapa de estimulación ovárica. Esta fase consiste en iniciar un tratamiento hormonal, que tiene una duración aproximada de diez días. Durante este tiempo te realizarán una serie de controles periódicos en la clínica.

Los controles periódicos son controlados mediante ecografías para observar cómo respondes al tratamiento. Cuando se tiene un número y tamaño adecuado de folículos ováricos, y por tanto de ovocitos, se procede a extraer los óvulos mediante una pequeña intervención denominada punción folicular.

La punción folicular es la última fase en una donación y consiste en extraer los ovocitos. Se realiza en el quirófano, bajo sedación  para que no sientas dolor, y es una sencilla intervención de unos 30 minutos. Esta intervención no tiene riesgo alguno.

Ser donante de óvulos no dañará en absoluto tu fertilidad, te contamos el motivo en un post de nuestro blog. 

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