DGP: embarazo con embriones sanos

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DGP

El Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) es una técnica utilizada en reproducción asistida que detecta y previene las enfermedades genéticas en el embrión, antes de su implantación en el útero. Se realiza durante el tratamiento de Fecundación In Vitro, antes de la transferencia embrionaria, para poder seleccionar aquellos embriones sanos que cumplen determinadas características, y descartar los que tengan alteraciones hereditarias.

Las dificultades para tener un bebé representan una verdadera angustia para muchas parejas, que se acentúa con el miedo a que el hijo no nazca sano. Traer bebés sanos al mundo puede complicarse con la edad –en mujeres mayores de 40 años- o en aquellas parejas que cuentan con algún problema genético o hereditario.

Procedimiento del DGP en una Fecundación In Vitro

Tras la fecundación de los gametos en el laboratorio, se analizan los preembriones antes de ser transferidos al útero materno. Mediante la biopsia embrionaria, se extrae una célula del embrión sin alterar su desarrollo normal, para después analizarla y someterla al estudio genético. Una vez realizado el análisis genético, el equipo médico de Clínicas EVA decide qué embriones se transfieren al útero en función de la dotación cromosómica y de las características morfológicas de viabilidad embrionaria.

¿Para quién está indicado el DGP?

  • Parejas con historia clínicas de fallo de implantación tras varios ciclos de Fecundación In Vitro
  • Parejas en las que el hombre padezca alteraciones de la meiosis de los espermatozoides
  • Parejas con antecedentes de enfermedades genéticas o cromosómicas
  • Parejas con historia clínica de abortos recurrentes

Ventajas del Diagnóstico Genético Preimplantacional

Una de las ventajas principales del DGP es que, al realizarse antes de la transferencia del embrión al útero materno, consigue evitar el riesgo de aborto espontáneo y aumenta la probabilidad de tener bebés sanos.

Los ciclos de Fecundación In Vitro que incluyen esta técnica tienen mayores tasas de éxito que aquellos que no lo incluyen, debido a que aumenta la probabilidad de supervivencia del embrión, y por tanto, la tasa de embarazo.

En caso de que sea necesario, con el DGP es posible conocer el sexo del embrión para evitar la transmisión de ciertas enfermedades congénitas que afecten a un género determinado (hemofilia, fibrosis quística, distrofia muscular).

Las mujeres mayores de 40 años, también pueden beneficiarse de las ventajas de estudiar el embrión del DGP en un ciclo de Fecundación In Vitro. Las mujeres nacen con una reserva ovárica concreta, estimada en 500.000 óvulos. Desde su edad fértil, todos los meses empiezan a desarrollarse algunos de ellos, de los cuales solamente uno consigue ovular, y el resto se muere. Así, la reserva de óvulos se va gastando a lo largo de la vida fértil de la mujer. Además, de los óvulos que se producen mensualmente, siempre existe un porcentaje de óvulos con calidad óptima, y otro porcentaje de óvulos que están alterados cromosómicamente. El número de óvulos afectados aumenta a medida que la mujer cumple años: por encima de los 40 años, más del 50% de los óvulos están alterados cromosómicamente.

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