¿Lo que como me ayuda a quedarme embarazada?
Se cree que la dificultad para lograr el embarazo depende siempre de factores como alteraciones genéticas o trastornos ováricos, pero existe una realidad más cotidiana que puede afectar a nuestra fertilidad: la alimentación.
Si alguna vez te has preguntado si la alimentación influye a la hora de quedarte embarazada, la respuesta es sí.
Nuestros especialistas confirman que afecta a la capacidad de lograr el embarazo y de tener un niño sano mediante dos mecanismos: modulando el porcentaje de grasa corporal y por ser la vía de incorporación de determinadas sustancias que pueden aumentar o disminuir la fertilidad en distintos aspectos.
¿Qué alimentos debo incluir en mi dieta si estoy buscando el embarazo?
- Más productos frescos como frutas y verduras.
- Tomar alimentos ecológicos ya que los expuestos a herbicidas y pesticidas influyen negativamente en la fertilidad.
- Tomar proteína animal, esencial por la aportación del hierro.
- Incluir pescado azul, pero a la hora de elegirlo evitar aquellos que tengan gran cantidad de mercurio.
- Cuidado con las conservas. Las conservas en lata y los alimentos envasados en plástico pueden contener trazas de Bisfenol A que actúa como disruptor endocrino e interfiere en el ciclo hormonal.
- Recurre al chocolate negro para evitar el estrés de manera apetitosa.
- Evita azúcar blanco y harinas refinadas, estos productos aumentan el porcentaje de grasa y pueden alterar los ciclos.
- Cuidado con el café y el té, ambas sustancias pueden dificultar la implantación del óvulo.
- Al tener una dieta sana se disminuye la posibilidad de sufrir un aborto.
- Para ellos: el hombre puede incrementar la ingesta de antioxidantes y vitaminas para mejorar la calidad seminal.
¿SABÍAS QUÉ…?
Un estudio reciente publicado por la revista Human Reproduction afirma que la dieta mediterránea favorece a aquellas mujeres que se están sometiendo a un tratamiento de reproducción asistida, como la Fecundación in Vitro, a quedarse embarazadas y dar a luz a un bebé vivo.
Los investigadores encontraron que aquellas mujeres que seguían de manera más alta una dieta mediterránea tenían más probabilidad de embarazo (50% vs 29%) y de tener un bebé nacido vivo (48,8% vs 26,6%) frente a aquellas mujeres que en menor medida apostaban por la dieta mediterránea.