¿Cuál es el papel del psicólogo ante un problema de fertilidad?

El psicólogo especializado en fertilidad juega un papel muy importante durante un tratamiento. Olga, de EVA Barcelona, nos cuenta algunos de los puntos que trabajan estos profesionales para ayudar a la pareja.

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Cuando una persona recibe la noticia de que no puede concebir hijos de forma natural, sufre un impacto a nivel emocional que a veces es demasiado intenso para manejarlo sola. Si hacemos un breve repaso de la historia, vemos que, ya en la Biblia, la infertilidad se relacionaba con un castigo divino y con la muerte; nuestra sociedad actual sigue inculcándonos el tener hijos como uno de los objetivos centrales de nuestras vidas. Por todo ello, cuando una persona se entera de que no puede ser madre o padre por medios naturales, esto afecta a su autoestima y a la valía que se concede a sí mismo como persona. También se movilizan muchas ansiedades, relacionadas con temas económicos (los tratamientos tienen un coste que la persona o la pareja tendrá que afrontar), miedo a los procedimientos médicos por los que tendrá que pasar sobre todo la mujer, la angustia ante un posible fracaso del tratamiento… No es raro que esto desemboque con el tiempo en sentimientos depresivos, irritabilidad, aislamiento, con lo cual si hay una pareja sentimental, es común que también acabe teniendo conflictos con ella.

¿Cuál es el papel del psicólogo ante un problema de fertilidad?

El papel del psicólogo ante un problema de fertilidad es ayudar a la persona (o a la pareja) a asumir la situación teniendo el mínimo malestar a nivel emocional, encarar el futuro con un optimismo realista, y a saber afrontar las situaciones que se pueden ir dando en el proceso de un tratamiento médico. ¿Cómo se hace esto? Veamos algunos de los puntos que trabajará un profesional:

– Autoestima: probablemente se habrá visto disminuida por el hecho de saber que no puede ser papá o mamá por medios naturales. Hay que poder separar esto de nuestro valor como personas: la infertilidad no nos hace peores, ni menos válidos, ni menos completos. Es simplemente un problema físico que habrá que tratar médicamente. Nadie se plantea que una persona con hipotiroidismo, por ejemplo, sea menos válida porque necesite tomar unas pastillas porque su tiroides no funciona; ¿por qué en el caso de la infertilidad iba a ser así? Es simplemente una cuestión de cultura, de creencias transmitidas por la sociedad a lo largo de la historia, y que ya es hora de ir modificando.

– Rabia: es muy normal que ante una situación así podamos sentir rabia; rabia porque las cosas no son como se suponía que debían ser, por tener una dificultad que otras personas no tienen, etc. Muchas mujeres con infertilidad pueden sentir rabia y envidia al ver a otra mujer embarazada; esto es normal, y hay que ayudarlas a que no sientan culpa por ello (la culpa sólo empeora las cosas) y a que se reconcilien con su cuerpo. Los hombres también sienten rabia porque a menudo relacionan la infertilidad con un ataque a su masculinidad, como si fueran “menos hombres” por esto. Ambos necesitan poder expresar su rabia con alguien que pueda acogerla sin sentirse atacado, y que les ayude a encontrar una mayor serenidad interior.

– Hacer el duelo: la persona tiene que elaborar una especie de duelo por la situación que no podrá darse, y aceptar que el escenario será distinto al que había imaginado siempre. El psicólogo ayudará a que este duelo se elabore adecuadamente y no desemboque en sentimientos depresivos.

– Enseñar relajación: la tensión corporal es una de las lacras de nuestra sociedad occidental. No se nos ha enseñado a relajarnos, y a menudo vivimos en tensión, como cuando percibimos un peligro. La tensión y el estrés afectan muy negativamente a la salud, y dificultan cualquier tratamiento médico que la persona quiera realizar. El psicólogo ayudará a tomar este contacto con el propio cuerpo y a saber relajarlo, enseñando varias técnicas muy útiles que la persona podrá utilizar en cualquier momento en que lo necesite.

–  Elaborar conflictos de pareja: la infertilidad suele tener un impacto fuerte sobre la relación de pareja, ya que ambos se sienten frustrados, se preocupan por lo que vendrá en adelante, y todo ello hace que a menudo acaben culpándose o atacándose mutuamente. El psicólogo ayudará a la pareja a ver que son un equipo, y como un equipo deberán afrontar el camino que decidan emprender juntos. Es muy útil el papel de “tercero” que hace un psicólogo en una terapia de pareja, ya que ayuda a “traducir” lo que dicen uno y otro, evitando malentendidos, y dando ideas y sugerencias para tener una mayor calidad de relación.

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