Son muchos los factores que pueden entrar en juego en la fertilidad tanto del hombre como de la mujer. La fertilidad depende de muchos factores, el estilo de vida, hábitos nocivos como fumar o el alcohol, la alimentación o factores ambientales, entre otros. Otro elemento que puede entrar en juego es algún tipo de trastorno hormonal, pues si alguno de los miembros de la pareja sufre alguna alteración es posible que derive en un problema para concebir. Uno de las pruebas que se deben tener en cuenta son las hormonas si la pareja no logra el embarazo después de un año de relaciones sexuales.
¿Qué hormonas se analizan?
Para diagnosticar trastornos hormonales que puedan afectar a la fertilidad se realizan estudios en los que se analizan los principales grupos de hormonas:
– Eje hipotálamo-hipófisis-ovario: son las encargadas de la regulación del ciclo menstrual denominadas FSH u hormona folículoestimulante, LH u hormona luteinizante y estradiol.
– Las hormonas tiroideas: regulan la función de la glándula tiroidea y son importantes para la correcta evolución de la gestación. Son la TSH u Hormona estimuladora de la tiroides y la T3/T4.
– Prolactina: hormona que regula varias funciones endocrinas en el cuerpo, sobre todo la producción de leche materna. Además, también puede influir en el ciclo menstrual.
Una vez chequeadas estas hormonas, si se detectase cualquier tipo de trastorno, se buscaría la solución para equilibrar hormonas y tratar las complicaciones que impiden conseguir el esperado bebé.
Disruptores endocrinos
Otro elemento a tener en cuenta y que puede interferir en la fertilidad son los denominados disruptores endocrinos. ¿Qué son los disruptores endocrinos? Se trata de sustancias químicas, de contaminantes ambientales, generalmente fabricadas por el hombre y que una vez dentro del organismo modifican el equilibrio de la hormonas. Estos disruptores endocrinos pueden encontrarse en los solventes, detergentes, insecticidas, y cosméticos, entre otros.
En los hombres, la exposición a estos disruptores puede generar la oligospermia – semen con poca calidad, con baja cantidad de espermatozoides – y la azoospermia – cuando el hombre no tiene un nivel mensurable de espermatozoides en su semen. En las mujeres pueden producir riesgos de patologías en tejidos estrógeno dependientes (endometriosis, cáncer, ovario poliquístico, falla ovárica temprana, entre otros).
En caso de que se detectara alguna anomalía en alguno de los miembros de la pareja es importante acudir a un especialista en fertilidad, él mejor que nadie puede detectar el problema a tiempo y buscar la solución adecuada. En Clínicas EVA te está esperando un grupo de expertos en medicina reproductiva, nuestra visita médica es siempre gratuita, te invitamos a que nos conozcas, estaremos encantados de recibirte.
