El último paso del proceso de Fecundación In Vitro (FIV) es la transferencia de los embriones. Para favorecer su implantación en la cavidad uterina, es necesaria la preparación del endometrio. En los ciclos de Ovodonación, a diferencia de la Fecundación In Vitro con óvulos propios, la futura madre no se somete a la estimulación ovárica, sino que esta fase se le realiza a la donante. La mujer receptora prepara su endometrio para que esté receptivo y se permita la implantación del embrión tras la transferencia.
¿En qué consiste la preparación endometrial?
El endometrio es la capa mucosa que recubre el interior del útero. Antes de proceder a la transferencia embrionaria, el endometrio tiene que tener las condiciones adecuadas. La preparación del endometrio consiste en administrar medicación hormonal – progesterona y estrógenos- para facilitar la implantación embrionaria y conseguir el embarazo. Con el fin de garantizar un grosor óptimo, el especialista en reproducción asistida sigue su crecimiento mediante controles ecográficos. El objetivo de la preparación del endometrio es estimular su crecimiento imitando al ciclo natural.
Este paso se realiza en cualquier ciclo de reproducción asistida. Sin embargo, la medicación se administrará en función del tipo de tratamiento y de cada paciente. En los ciclos de Ovodonación, la preparación del endometrio es un factor clave para lograr el éxito. En estos casos, lo habitual es utilizar medicación hormonal a base de estrógenos y progesterona.
El tipo de medicación y el tiempo de tratamiento varían en cada caso, por lo que es el ginecólogo quien decida qué medicación y dosis emplear.
¿Por qué la Fecundación In Vitro con óvulos donados ofrece tasas de éxito altas?
La tasa de éxito de la Ovodonación suele ser realmente alta, concretamente, y como media, la probabilidad de conseguir el embarazo en el primer intento es de un 60%, pudiendo llegar a alcanzar hasta un 90% en los siguientes ciclos. Esto es debido a los principales requisitos que deben cumplir las donantes de óvulos:
Edad: la edad de las donantes (entre 20 y 30 años) es un factor clave para conseguir el embarazo: a medida que aumenta la edad, la calidad y el número de los óvulos disminuye considerablemente.
Estado de salud física e inmunológica: la donante debe estar libre de enfermedades genéticas, congénitas o hereditarias. Para ello se le realizará pruebas médicas que demuestren que goza de una buena salud física y mental.
Calidad de los óvulos: Los ovocitos donados son estudiados para seleccionar los más aptos para la fecundación.
