Se conoce la fertilidad como la capacidad de un ser vivo para concebir. Aplicado a los humanos, nos referimos a la capacidad de una pareja para producir descendencia. Para que esto suceda, la mujer debe tener unos óvulos sanos y el hombre un esperma válido.
Pero la fertilidad humana puede verse afectada por diferentes factores como la edad, la aparición de patologías, etc.
Tratamientos para proteger la fertilidad
En la actualidad existen diversos tratamientos para proteger la fertilidad, tanto en los hombres como en las mujeres. Los tratamientos de reproducción asistida favorecen esta práctica. La vitrificación de óvulos es el tratamiento indicado para aquellas mujeres que por cualquier motivo quieran preservar su fertilidad, y la Criopreservación de semen es el idóneo en el caso de los hombres.
Vitrificación de Ovocitos – Preservación de la maternidad
Uno de los tratamientos más novedosos en medicina reproductiva es la Vitrificación de Ovocitos, disponible en las Clínicas EVA para todas aquellas mujeres que por razones personales o profesionales quieran retrasar su maternidad. También es indicado para pacientes oncológicas, con el objetivo de preservar ovocitos sanos. Mediante esta técnica de reproducción asistida los óvulos de la mujer son congelados cuando ésta se encuentra en edad fértil, y se conservan en un laboratorio con la garantía de que en un futuro podrá disponer de ellos en el momento que desee ser madre.
Criopreservación de semen – Preservación de la paternidad
En el caso de los varones también puede darse el caso de querer preservar la fertilidad cuando ésta puede verse afectada por distintos motivos. El tratamiento indicado es la Criopreservación de semen, y consiste en congelar una muestra del varón, con el objetivo de que pueda utilizarla en el momento que considere oportuno.
Preserva la fertilidad de forma natural
Existen una serie de factores que pueden ayudar a preservar la fertilidad de forma natural, como la dieta naturista o la reducción de sustancias como el alcohol y el café. Cuidarnos, evitando hábitos tóxicos y fomentando un estilo de vida saludable, nos ayudará a mejorar el estado general del organismo.
Por otra parte, el consumo de algunos nutrientes específicos como la Vitamina C, la Arginina, la Carnitina, el Triptofano y el Zinc, presentes en alimentos como el ajo, la cebolla, coles o la avena también pueden mejorar la calidad del esperma y de las secreciones cervicales.