La aparición de quistes en los ovarios es una afección bastante común que puede aparecer en las mujeres en edad fértil. Ante este diagnóstico es normal preocuparse por las consecuencias que pueda tener ¿debo eliminarnos para conseguir el embarazo? ¿pueden interferir a la hora de concebir? ¿seré madre?
Existen distintos tipos de quistes en los ovarios, generalmente son de pequeño tamaño y no suelen producir ningún síntoma, sólo son perceptibles tras controles ginecológicos, con una sencilla ecografía vaginal se diagnostican, y raramente son malignos, sin embargo, la recomendación siempre es hacer un seguimiento y control de los mismo. Entre los tipos de quistes en los ovarios diferenciamos:
- Funcionales: aparecen por algún aspecto relacionado con la ovulación y no suponen ningún riesgo. Suelen desaparecer en el transcurso de 6-8 semanas y no suelen presentar síntomas indicativos, salvo algún retraso menstrual.
- Dermoides: Generalmente están presentes desde el nacimiento y van creciendo a lo largo de los años y durante la salud reproductiva de la mujer. Ante un diagnóstico de los mismos se suelen extirpar.
- Cistoadenomas: Aunque su condición en benigna, al igual que los dermoides se deben controlar y ante cualquier cambio extirpar. Se forman a partir de células en la superficie externa del ovario.
- Endometriomas:quistes cuyo contenido está integrado por tejido endometrial que crece fuera de la cavidad uterina. Suelen aumentar su tamaño y cuando superan los 3 cm de diámetro deben ser extirpados.
¿De qué manera pueden afectar estos quistes en los ovarios a la fertilidad o embarazo?
Los quistes en los ovarios no son un impedimento a la hora de lograr el embarazo, aunque sí pueden convertirse en una dificultad, ya que la fertilidad sí puede verse afectada. Por una parte, la existencia de quistes conlleva que los folículos no tengan suficiente espacio y su desarrollo no se complete como debería. También es habitual que la presencia de quistes funcionales provoque alteraciones hormonal que pueden interferir en la menstruación y la ovulación, condicionando así la fertilidad durante el periodo en el que están presentes. Por su parte los quistes endometriósicos pueden provocar que la calidad de los óvulos empeore, lo cual influiría también a la hora de quedarse embarazada.
De ahí la importancia de acudir al especialista en el momento que se busca el embarazo, o cuando la pareja empieza a observar signos de que existen dificultades para concebir.