Si vas a someterte a un tratamiento de Fecundación In Vitro te hablarán de términos que tal vez no conozcas, uno de ellos es los ovocitos maduros. En una FIV a la paciente se le extraen los ovocitos mediante la técnica de punción ovárica para luego fecundarlos en el laboratorio con el esperma de su pareja o un donante anónimo. Se dice que dichos ovocitos extraídos deben ser maduros, lo cual se consigue gracias a la fase de estimulación ovárica, durante esta primera fase se administra a la mujer una serie de hormonas. Mediante esta medicación, lo que se busca es inducir a la ovulación controlada y también inducir a la maduración de los ovocitos.
¿Qué son los ovocitos maduros?
Estructuralmente el ovocito maduro mide entre 110-115 micras y está rodeado de una membrana llamada oolema. Los ovocitos maduros presentan corpúsculo polar, lo que indica la reanudación de la meiosis. El corpúsculo polar permanece conectado con el huso meiótico mediante C un puente citoplasmático un tiempo después de su extrusión.
¿Qué aspecto tienen?
Tiene aspecto redondeado, ooplasma claro y granulación homogénea. Las células del cúmulo están expandidas y filantes y la corona es radial.
Cuando la técnica a realizar es una ICSI los ovocitos se liberan de las células de la granulosa que los recubren permitiendo al embriólogo la valoración de la madurez ovocitaria. En el caso de ovocitos maduros, se observa una estructura denominada corpúsculo polar. Esta estructura informa de que el ovocito ha alcanzado el estado de madurez nuclear.
¿Cuántos ovocitos maduros se obtienen en un tratamiento?
El número de ovocitos obtenidos varía en función de cada mujer y de la respuesta que tenga al tratamiento de estimulación ovárica. Lo más común es obtener de entre 6 a 9 ovocitos, pero las pacientes «bajas respondedoras» pueden obtener únicamente un ovocito o dos.