Seguro que si estás embarazada, o estás buscando quedarte encinta, habrás escuchado hablar del líquido amniótico. Es un elemento muy recomendado durante el embarazo que ayuda a proteger a tu futuro bebé y a ti. Pero…¿conoces todos los beneficios que el líquido amniótico puede aportarte durante el periodo de gestación?
Los beneficios del líquido amniótico
El líquido amniótico comienza a aparecer en la cuarta semana del embarazo, momento en el cual el embrión ya se ha anidado en las pareces del útero y se empieza a formar la cavidad amniótica, la cual se irá llenando del famoso líquido amniótico.
– La composición principal del líquido amniótico es agua, en la que se encuentran proteínas, lípidos, carbohidratos y sales, entre otros nutrientes, que ayudan al desarrollo fetal.
– Otro beneficio muy importante del líquido amniótico es proteger al bebé de los posibles golpes, las diferencias de temperatura, los ruidos y la deshidratación, proporcionándole agua y sales al bebé en el momento que lo necesite.
– También permite que el bebé se pueda mover libremente. En el segundo trimestre el feto no ha alcanzado un tamaño muy grande, tiene suficiente espacio y gracias al líquido puede ejercitar diversos movimientos, lo que ejercita su sentido del equilibrio y la percepción de su propio cuerpo, así como su sentido del tacto.
– El bebé traga e inhala permanentemente el líquido amniótico desde la tercera semana del embarazo, y como su lengua ya tiene papilas gustativas, memoriza progresivamente el sabor de las moléculas presentes en este líquido. Se conoce que el líquido es levemente azucarado, de ahí se explica la predilección que suelen tener los bebés por las cosas dulces.
Encontramos entonces infinidad de beneficios para el bebé en esta sustancia. Gracias al líquido amniótico se pueden diagnosticar malformaciones, ya que contiene un gran número de células fetales, con éstas podemos conocer el cariotipo del bebé y saber si padece una enfermedad cromosómica.