El último paso de un tratamiento de Fecundación in Vitro es la transferencia embrionaria. Es una fase decisiva del tratamiento que consiste en depositar los embriones – fecundados en el laboratorio- en el útero materno.
El tiempo que permanecen los embriones en cultivo depende de la valoración del especialista. Se valora su calidad para decidir cuántos embriones, y cuáles, se transferirán al útero materno y, en caso de que sobren embriones viables, se vitrifican para poder utilizarlos en una transferencia posterior.
¿Cómo es el proceso de la transferencia embrionaria?
Previamente a la transferencia embrionaria, se le realiza una ecografía a la paciente para valorar el estado del endometrio y la posición del útero. Mediante un cáteter fino –elaborado con un material flexible para evitar dañar las paredes de la cavidad uterina- se depositan los embriones en el fondo del útero materno. Es un proceso sencillo y no es doloroso, pero al igual que la punción, se realiza en quirófano.
¿Cuántos embriones se transfieren en un ciclo?
El número de embriones que se transfieren depende de cada caso. La decisión es siempre personalizada para cada paciente y depende de muchos factores: edad, causa de infertilidad, cantidad y calidad de los embriones… La legislación española determina que el número máximo de embriones que se pueden transferir es de 3.
En un ciclo pueden generarse embriones de buena calidad que no han sido transferidos. Éstos serán vitrificados para ser empleados en ciclos posteriores (y así evitar el proceso de estimulación ovárica y punción folicular), en caso de que el primer ciclo con embriones en fresco haya fracasado, o en el caso de que la paciente quiera volver a concebir en el futuro.
Solamente se vitrifican aquellos embriones que han alcanzado una calidad óptima. Los embriones de baja calidad se dejan en el laboratorio en cultivo largo. En caso de que alguno llegase al estadio de blastocisto, también podría vitrificarse.
¿Cuándo se realiza la transferencia de embriones?
La transferencia de embriones puede realizarse en cualquier momento del desarrollo, siempre bajo la valoración de los especialistas. Se evalúa su desarrollo y se eligen los de mejor calidad, atendiendo al número de células, tamaño, velocidad de división o porcentaje de fragmentación celular. Se suelen transferir dos embriones de buena calidad, o un único embrión, sobre todo en aquellos casos de cultivo largo (blastocisto).
Los especialistas eligen el día de la transferencia, analizando el caso de forma personalizada y teniendo en cuenta la cantidad y calidad de los embriones, los resultados de los ciclos previos y el estado del endometrio. El endometrio debe estar receptivo, lo que se consigue mediante medicación para estimular su crecimiento.