Una vez considerada la idea de tener un bebé, es importante preparase para las exigencias de un embarazo y una de ellas es la alimentación. Un buen estado nutricional es uno de los mejores recursos para mejorar las posibilidades de concebir y prevenir futuras complicaciones. Es importante tener una dieta equilibrada para cubrir los nutrientes que mejoran la calidad del óvulo, la implantación del embrión y el futuro desarrollo del feto.
Consejos para una buena alimentación:
Disminución del consumo de carbohidratos refinados; Los carbohidratos deben representar el 50% aproximadamente del aporte calórico. Se debe evitar consumir carbohidratos refinados como el pan blanco, arroz y pastas y elegir carbohidratos complejos, que están repletos de minerales, proteínas y fibra, necesarios para el desarrollo del bebé. Son carbohidratos complejos la fruta y la verdura, el pan, cereales, arroz y pasta integral, las alubias y los garbanzos.
Aumento del consumo de frutas y verduras (vitaminas y minerales) Los alimentos de colores vivos como las frutas y verduras aportan nutrientes, vitaminas y minerales muy recomendables y necesarios para el organismo.
Consumo de alimentos ricos en hierro: Incrementa las reservas de hierro de tu organismo antes de quedarte embarazada, puesto que durante el embarazo el bebe extrae este mineral y puede dar lugar a padecer anemia. Este aporte extra debe ser cubierto con un aumento de la ingesta de alimentos ricos en hierro como el hígado, carne, pescado, cereales completos, vegetales de hojas verdes y algunas frutas.
Beber alcohol y cafeína con moderación: Tomar alcohol o cafeína de manera ocasional no afecta en las probabilidades de concebir, pero cuando tienes problemas para quedarte embarazada o te estás sometiendo a un tratamiento de Reproducción Asistida, es recomendable evitar el alcohol por completo y disminuir el consumo de cafeína.
Otros aspectos que hay tener en cuenta además de la alimentación:
Deja el tabaco; Numerosos estudios afirman que el tabaco reduce la fertilidad tanto en el hombre como en la mujer. En la mujer, el tabaco altera los niveles hormonales disminuyendo los estrógenos e influyendo negativamente en la maduración folicular, la calidad ovocitaria y la implantación del ovulo fecundado.
Relájate y evita el estrés: La ansiedad altera el sistema hormonal, produciendo ovulaciones irregulares y contracciones uterinas que pueden impedir la implantación de los embriones, reduciendo así la fertilidad. Resulta recomendable practicar técnicas de relajación como la meditación, o el yoga.
Ejercicio Físico: El ejercicio diario ayuda a activar el metabolismo, mejorando las funciones vitales y beneficiando así a la fertilidad natural.
Controla el peso: La obesidad puede ser un obstáculo a la hora de concebir, por lo que mantener el peso ideal es la mejor opción para conseguir el embarazo. Además, con un peso ideal es más cómodo sobrellevar el embarazo, sentirse ágil y estar fuerte para el parto.