Si vas a someterte a un tratamiento de Ovodonación, es decir, un tratamiento de reproducción asistida que requiere de un óvulo de donante, es importante que no tengas dudas acerca de los pasos a seguir en este proceso. La implantación del óvulo de donante es un momento clave en el tratamiento. La mujer receptora del óvulo recibe un tratamiento para que su útero esté preparado y reúna las condiciones óptimas para recibir el embrión y que se lleve a cabo correctamente la técnica de reproducción asistida.
La paciente recibe un tratamiento hormonal con estrógenos y progestágenos que pueden administrarse por vía oral, con pastillas, o por vía transdérmica, con parches. Es un tratamiento suave que no suele producir efectos secundarios y tiene una duración de mínimo 10 días, en los que la mujer es evaluada y controlada en todo momento, para analizar si el endometrio alcanza un buen desarrollo.
La implantación del óvulo en la mujer receptora
Una vez inseminados los óvulos de la donante con los espermatozoides de la pareja de la paciente receptora, esta última comienza a recibir progesterona con la finalidad de terminar de preparar al endometrio para la transferencia del embrión (implantación del óvulo) , que se realiza dos o tres días después de haber sido inseminados los óvulos.
Este tipo de tratamiento al que se somete la paciente suele tener una duración total de unos 90 días aproximadamente, salvo con la excepción de que la mujer sufra un sangrado vaginal. En este caso, sería necesario comenzar de nuevo y reiniciar el ciclo, reajustando el tratamiento si fuera necesario. El tratamiento hormonal se extiende hasta varias semanas después de la transferencia del embrión, hasta que se estabilice la situación hormonal de la mujer.
Las posibilidades de embarazo tras un procedimiento de Ovodonación o Fecundación In Vitro con Donante Femenino rondan el 48%, ligeramente superiores a los que se obtienen con una Fecuandación In Vitro.