Fases en un tratamiento de fertilidad, desde el punto de vista psicológico

En un tratamiento de fertilidad se diferencias distintas fases y es básico para las parejas el conocimiento de las mismas, saber qué pueden esperar de cada una de ellas y cuál es la manera más adecuada de afrontarlas. Nuestra psicóloga de Girona aclara dudas sobre este tema.

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Los tratamientos de fertilidad conllevan unas repercusiones a nivel psicológico que afectan a la relación de pareja o a la madre soltera en su defecto. Desde el punto de vista psicológico, podemos diferenciar distintas fases en un tratamiento de fertilidad .

Pongamos por ejemplo el tratamiento de Fecundación In Vitro que realiza una pareja, en donde los óvulos y los espermatozoides se unen en el laboratorio para crear los embriones que posteriormente serán insertados en el útero materno. En este procedimiento hay diferentes fases cruciales en donde la afectación psicológica es mayor. En primer lugar nos encontramos que la fecundación no se realiza de forma convencional en el útero femenino y esto afecta a nivel psicológico tanto a la mujer como al hombre. En segundo lugar una vez los embriones se colocan en el útero, el tiempo de espera en que se conoce si el tratamiento ha tenido o no el resultado esperado, también es muy significativo a nivel psicológico y finalmente tanto si el desenlace es el deseado como si el tratamiento no ha tenido el resultado esperado, la afectación psicológica también está presente.

Fases en un tratamiento de fertilidad

Analizando la primera de estas fases la afectación psicológica cuando se realiza la Fecundación in Vitro en el laboratorio afecta a los dos miembros de la pareja. En el caso de la mujer, la medicación administrada para la ovulación puede tener efectos secundarios que a nivel psicológico se relacionan principalmente con tristeza y falta de ánimo. Tanto para el hombre como para la mujer el hecho de que la fecundación se produzca en un contexto tan frió como un laboratorio y no en la intimidad del hogar, hace que sientan que el primer paso para crear o ampliar su familia se desvía de “la normalidad” y eso repercute en un elevado nivel de estrés y ansiedad. Tampoco tenemos que olvidar que el nivel de autoestima y de autoconcepto de los dos miembros de la pareja disminuye al vivir la situación como incapacitante a la hora de engendrar de forma tradicional.

En la segunda fase, que podríamos establecer que va desde que los embriones han sido colocados en el útero materno hasta el momento previo a conocer el resultado del tratamiento, la afectación psicológica es muy parecida en el hombre y en la mujer. En los dos miembros de la pareja se produce una espera y una incertidumbre que genera ansiedad, nerviosismo y desgaste a nivel emocional. También en esta fase las creencias irracionales suelen tomar mucho protagonismo y pueden llegar a afectar en cierta medida al resultado final. Así, pensar que todo lo que puede ir mal, va a ir mal, aumenta el nivel de estrés y negatividad y a su vez genera mayor ansiedad y pensamientos invalidantes.

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Finalmente en la tercera fase nos encontramos con dos consecuencias psicológicas diferentes según si el resultado ha sido el deseado o no. En el caso de que el tratamiento haya sido satisfactorio y la gestación avance normalmente llegando al deseado nacimiento del bebe, en esta fase estará presente la positividad, la esperanza, la alegría y la satisfacción. En cambio, en el caso de que el tratamiento no haya funcionado el grado de frustración, de incapacidad y de culpa puede llegar a ser abrumador y es sobre todo en este momento en donde el apoyo psicológico es más importante. Además en este punto es donde la pareja tiene que plantearse si dejar pasar un tiempo aceptable para volver a intentarlo o aceptar que sus vidas no van a seguir el camino de la fertilidad. Por lo tanto, es un momento en que el apoyo de todas las personas más próximas a la pareja o a la madre soltera es más crucial y en donde la visita a un psicólogo especializado es de vital importancia.

En las tres fases mencionadas, pero sobretodo en la última, el psicólogo de fertilidad trabajará con la pareja o la mujer distintos aspectos para sobrellevar de la mejor manera posible el tratamiento y todo lo que conlleva. Entre algunos de los aspectos a tratar, se trabajaran los pensamientos y las conductas más apropiadas pero sobretodo las emociones y como sobrellevarlas. En primer lugar es básico el conocimiento de las distintas fases, tener conocimiento de qué se puede esperar de cada una de ellas y cuál es la manera más adecuada de afrontarlas. Es básico el trabajo emocional para evitar que la negatividad lo inunde todo. Respecto a las creencias negativas, estas tienen que ser analizadas y valoradas tomando consciencia de los resultados posibles reales y evitando los pensamientos intrusivos y autodestructivos. También a nivel psicológico se trabajará para reducir el nivel de estrés y para potenciar actividades sociales y pensamientos alternativos que beneficiaran tanto a la calidad de vida de la pareja como a un mejor afrontamiento posterior en caso de resultado negativo del tratamiento.

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