¿En qué consiste la Fecundación In Vitro con ICSI?

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Fecundación In Vitro con ICSI

La Fecundación In Vitro (FIV) se puede llevar a cabo mediante dos técnicas principales: la FIV convencional y la FIV con microinyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI). Mediante la Fecundación In Vitro con ICSI se inyecta un solo espermatozoide en el interior del óvulo. A diferencia de la FIV convencional, con la técnica ICSI (IntraCytoplasmic Sperm Injection) se incide directamente en el desarrollo del embrión, siendo un proceso más elaborado. De esta manera, los hombres que, por ejemplo, tengan un número disminuido de espermatozoides, pueden ser padres con sus propios gametos.

 Fases de una Fecundación In Vitro con ICSI

  1.  Estimulación ovárica. Para obtener más de un ovocito en un mismo ciclo, se estimula el funcionamiento ovárico mediante la administración de medicación hormonal.
  2. Punción ovárica. Una vez comprobado, a través de la ecografía transvaginal, que los folículos (donde se encuentran los ovocitos) tienen un tamaño adecuado, se procede a la punción ovárica. Se lleva a cabo bajo sedación en una intervención quirúrgica sencilla y de corta duración.
  3. Fecundación de los óvulos. Mediante una microaguja, se inyecta un espermatozoide, previamente seleccionado, en el citoplasma del óvulo. Aproximadamente un día después, el ginecólogo especialista en fertilidad comunica a los pacientes el número de óvulos que han sido fecundados.
  4. Transferencia de los embriones. Entre 2 a 6 días después, se realiza la última fase de la Fecundación In Vitro con ICSI: la transferencia de los embriones de mayor calidad seleccionados por el embriólogo.

 Diferencias entre la Fecundación in Vitro con ICSI y la FIV convencional

La elección de la FIV con la técnica convencional o ICSI la deciden los especialistas en reproducción asistida dependiendo de cada caso. Ambas son dos técnicas de fecundación similares, pero presentan diferencias según varios criterios:

  • Según la técnica. Con la técnica ICSI, se necesita un solo espermatozoide por óvulo, a diferencia de la FIV convencional, en la que son necesarios miles de ellos.
  • Según las indicaciones:

La Fecundación In Vitro convencional está pensada para aquellas parejas que superan los 6 meses –o el año, según la edad de la mujer- intentando tener un hijo, y como tratamiento alternativo cuando han fallado otras técnicas. La esterilidad puede ser primaria o secundaria, la primera atribuida a las parejas que nunca han logrado un embarazo, y la segunda a aquellas que alguna vez lo han conseguido (nacido vivo o con un aborto).

La Microinyección Espermática (ICSI) está, generalmente, indicada para aquellos casos en los que el hombre presenta un diagnóstico severo (baja cantidad de espermatozoides, movilidad disminuida). También se recurre a la ICSI cuando ha fallado un ciclo de FIV convencional o una Inseminación Artificial y cuando existe una calidad baja de ovocitos.

  • Según el procedimiento. Tanto los pasos previos, como los posteriores a la fecundación son iguales en ambas técnicas, pero con la Fecundación In Vitro con ICSI, la técnica de inseminación cambia. En una FIV convencional, los espermatozoides se colocan alrededor de un óvulo para que se produzca la fecundación como ocurriría con el método natural. Con la técnica ICSI, se incide directamente en la fecundación inyectando un espermatozoide en el óvulo.

Tras la estimulación ovárica y la extracción de los óvulos, se prepara la muestra de semen seleccionando los mejores espermatozoides. En el laboratorio, se selecciona el espermatozoide de mayor calidad y se inyecta, mediante una microaguja, en el citoplasma del ovocito.

 

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