El científico belga Paul Devroey, también conocido como padre de la fertilidad masculina por su descubrimiento en 1991 de la técnica ICSI ( microinyección espermática intracitoplasmática) es noticia esta semana por su visita a España en la que ha afirmado que el gran reto de la fertilidad humana a día de hoy es la maternidad tardía y que él apuesta por la congelación del semen como una vía para preservar la fertilidad del hombre con el paso del tiempo. Las técnicas para preservar la fertilidad se convierten a día de hoy en la solución para muchas mujeres y parejas que deciden retrasar el momento de ser padres.
Técnicas para preservar la fertilidad, la solución para la maternidad tardía
El investigador, que está al frente del Centro de Medicina Reproductiva de la Universidad Vrije desarrolló la técnica de la microinyección ICSI, gracias a la cual actualmente se pueden solucionar la mayoría de los problemas de infertilidad. La ICSI consiste en la microinyección mediante una microaguja de un único espermatozoide, previamente seleccionado, en el interior del citoplasma de un único óvulo, interviniendo de esta manera más activamente sobre el proceso de la fecundación. Millones de parejas se han beneficiado de esta desde su creación, logrando solucionar el problema de infertilidad de muchos varones.
Después de su gran hallazgo de la técnica ICSI, Paul Devroey se enfrenta ahora al gran reto de la fertilidad humana de hoy en día, la maternidad tardía. La solución para esta realidad, que califica como un problema global, dice que está en los tratamientos de vitrificación de óvulos y congelación de semen. De estos tratamientos ha afirmado durante su visita a España: «Una posibilidad para que los hombres preserven su fertilidad es congelar el esperma, porque con el paso del tiempo la producción de esperma se resiente en casos extremos». En cuando a la vitrificación de óvulos, su opinión es que supone un gran avance en la reproducción asistida, porque «iguala los derechos entre mujeres y hombres» y, pese a hay algunas sociedades no lo aceptan, se trata de algo fascinante».
