Los óvulos que han sido vitrificados obtienen la misma tasa de embarazo que los óvulos frescos. Las técnicas de congelación tradicionales producen unos cristales de hielo que afectan a la estructura de los ovocitos. En el tratamiento de vitrificación se emplean unos crioprotectores que impiden la aparición de cristales que pueden dañar el óvulo. Los óvulos descongelados tienen una tasa de supervivencia del 90%.
Vitrificar los óvulos permite a la mujer ser madre con garantías en el momento que considere oportuno. Esta técnica consiste en la congelación ultrarápida de ovocitos, en lugar de emplear un método de congelación tradicional, con la finalidad de que los óvulos no sean dañados. En el proceso se reduce la temperatura a la que se expone el ovocito, de los 22ºC se baja a -196ºC de una forma súbita. Al enfriarse tan rápido, se evita la formación de cristales de hielo, que son responsables de dañar el óvulo al lesionar las estructuras celulares.
El merito de un óvulo vitrificado está en que conserva su calidad con el paso de tiempo y no tiene fecha de caducidad. El óvulo no envejece, y mantiene su calidad hasta que se desvitrifique.
La aparición de la vitrificación de óvulos supone un gran avance en la medicina reproductiva y son muchas las mujeres que han logrado concebir gracias a esta técnica, a pesar de no encontrarse en edad fértil o someterse a un tratamiento de quimioterapia. En Clínicas EVA ponemos a vuestra disposición esta técnica.