Cuando existe el deseo de tener hijos y nos enfrentamos ante un diagnóstico de infertilidad, es frecuente tener problemas emocionales, ya que asociamos nuestra capacidad reproductiva con la propia valía y la autoestima. Sin embargo, esta situación se agrava en el caso del Fallo Ovárico Prematuro (FOP), y suele ser un diagnóstico difícil de aceptar, especialmente en las mujeres más jóvenes.
El Fallo Ovárico Prematuro es el cese de la actividad de los ovarios de forma prematura, antes de los 40 años. Al no haber ovulación, el ovario no produce estrógenos ni progesterona y desaparece la menstruación. Esta amenorrea puede ser:
- Primaria: nunca ha habido menstruación.
- Secundaria: ha habido menstruación normalmente, y de pronto cesa.
Ambas situaciones tienen gran impacto emocional, ya que debemos enfrentarnos a un doble duelo, porque relacionamos el significado de ser mujer, con tener la menstruación y ser madre. Por un lado, hay que hacer frente a la esterilidad, lo cual suele provocar sentimientos de culpa, frustración, tristeza, etc. Y por otro lado, se debe afrontar la pérdida o ausencia de menstruación. En este sentido, los sentimientos que suelen aparecer son similares a los que se dan en la menopausia, ya que las mujeres interpretamos la menstruación como signo de salud, juventud y bienestar. Cuando en la pubertad aparece la primera menstruación, es un momento especial y le otorgamos gran significado, porque es el paso de niña a mujer. Por eso, cuando la primera menstruación nunca llega o desaparece prematuramente, nuestra autoimagen y autoestima se deteriora y aparecen sentimientos de inferioridad y pensamientos como, “No soy mujer si no tengo la menstruación”.
Sin embargo, gracias a los avances en la medicina reproductiva, la donación de gametos, es en este caso, la opción para cumplir el deseo de ser madres. No obstante, la elección de este tratamiento, debe ser una decisión bien pensada y acorde con nuestras creencias y valores.
De esta manera, las mujeres con Fallo Ovárico Prematuro, deben atender especialmente a su salud mental y emocional, para disminuir el malestar, reforzar su autoestima, favorecer la adhesión a los tratamientos y mejorar su calidad de vida.