Dudas frecuentes sobre sexualidad y reproducción asistida

¿Es normal que la dificultad de conseguir el embarazo nos afecte a la pareja y a nuestras relaciones sexuales? ¿Qué trabajaría en terapia una pareja? Éstas y otras preguntas responde nuestra psicóloga experta en fertilidad, Eva Hernández.

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¿Es normal que la dificultad de conseguir el embarazo nos afecte a la pareja y a nuestras relaciones sexuales?

La dificultad de concepción con un alto deseo de tener descendencia, es una de las situaciones más difíciles que debe abordar una pareja. Suele ser un hecho estresante para muchas de ellas, pudiendo llegar a afectar negativamente a la relación de pareja, así como a sus relaciones sexuales, desarrollando en ocasiones disfunciones sexuales y alteraciones del deseo/placer en las parejas infértiles.

Cuando se dilata el proceso de búsqueda del embarazo, muchas parejas experimentan cambios en su relación, hay quienes aumentan su deseo sexual por la motivación de conseguir el embarazo, y otras en cambio, presentan menos deseo sexual y evitan las relaciones sexuales por el malestar y frustración del proceso.

Como tendencia general, en la mujer, los encuentros sexuales suelen disminuir, pero sin embargo y paradójicamente, ciertas mujeres buscan cada vez más relaciones sexuales, aunque dirigidas y con menos ganas. Sin embargo, es cierto que la mujer infértil afirma que esta frecuencia es más importante en medio del ciclo.

Ante el diagnóstico de infertilidad, la pareja desesperanzada y desilusionada tras meses de espera y ausencia de gestación, tiende a desestabilizarse.

Cuando los problemas sexuales son la causa de la infertilidad lo recomendable es abordarlos en un proceso terapéutico. Éstos problemas pueden ser tanto los de origen orgánico y/o psicológico, de origen conyugal, masculino y/o femenino como son: la baja frecuencia de las relaciones sexuales, el coito imposible (vaginismo, dispareunia intensa, disfunciones sexuales masculinas), falta de deseo sexual, educación sexual inadecuada, falta de conocimiento, creencias erróneas en la sexualidad, tienden a agudizarse, por

Cuando la causa es médica, podemos diferenciar según el género:

  • En el varón, revelar una alteración de la función espermática suele frecuentemente afectar su autoestima y no es raro la aparición de trastornos sexuales como la disfunción eréctil. Los problemas médicos pueden generar sentimientos de culpabilidad, de vergüenza y de insuficiencia personal y sexual. Pero a pesar del impacto significativo de la infertilidad sobre la función eréctil y el grado de satisfacción durante las relaciones sexuales, los hombres conservan una calidad de vida poco degradada.
  • El diagnóstico de infertilidad en la mujer, cuando es por una obstrucción tubárica debido a una infección sexualmente transmitida puede provocar sentimientos de culpabilidad. Un trastorno en la ovulación, una insuficiencia ovárica prematura, recuerda a la paciente la menopausia o una vejez prematura, por lo tanto no es raro detectar síntomas de depresión. En general, pueden aparecer en la mujer, trastornos sexuales como la dispareunia, el vaginismo o la inhibición del deseo.

sexualidad y reproducción asistida

¿Qué trabajaría en terapia una pareja con problemas de fertilidad?

La terapia psicológica tiene una primera fase de evaluación, donde se recoge toda la información necesaria para conocer las dificultades concretas y variables implicadas en la pareja y en cada uno de los miembros de la misma. Teniendo en cuenta la información específica de la pareja y de cada una de las personas que viene a consulta se trabajan las aspectos que presentan dificultades en la fase de intervención.

Algunas de áreas más frecuentes en las parejas con problemas de fertilidad que se suelen trabajar son:

  • Aceptación de la infertilidad. Manejo emociones y técnicas de toma de decisión ante los tratamientos de reproducción asistida.
  • Manejo de estrés/ansiedad. Hábitos y técnicas de relajación.
  • Mejora del estado de ánimo. Técnicas para aumentar el bienestar personal y la calidad de vida.
  • Refuerzo de la autoestima.
  • Autocontrol cognitivo para neutralizar los pensamientos negativos, las anticipaciones de fracasos y las reevaluaciones de los mismos.
  • Mejora de la comunicación, resolución de problemas y expresión de emociones de la pareja.
  • Terapia sexual.
  • Acompañamiento en la fase de espera de resultados y manejo del duelo ante los resultados negativos en el tratamiento.
  • Prevención y tratamiento del ajuste psicológico cuando la situación de infertilidad se alarga.

Durante las sesiones psicológicas se discuten ciertos aspectos de la sexualidad donde la pareja puede expresar sus miedos, pensamientos y sentimientos.

Mediante la escucha activa, la comprensión y expresión de emociones, siguiendo el ritmo necesario para cada persona, desde las personas con más dificultades de hablar del tema, hasta las más expresivas, se pretende lograr hablar sobre la sexualidad, discutir de las diferencias y similitudes entre hombres y mujeres y realizar terapia sexual en los casos que sea necesaria.

La terapia psicológica representa para la pareja un recurso de comunicación, de comprensión y de establecimiento de entendimiento sexual, para que la sexualidad se vea reforzada durante el proceso terapéutico.

Es fundamental disfrutar de la sexualidad al margen de la concepción:

Debido a la relación tan íntima entre la reproducción y el acto amoroso, en la pareja se puede ver afectada la relación sentimental, por lo que es necesario que la pareja se centre en discriminar y modificar las creencias erróneas e intentar mantener espacios de sexualidad independientes de la procreación, lo cual requiere una disposición activa para lograrlo. Tratando de no olvidar que la sexualidad no es solo reproducción, sino que también incluye la vinculación afectiva, el erotismo y la identidad.

Para ello, sería muy enriquecedor seguir algunas de las recomendaciones dadas por Guerra, D. (1998) Y Burns, L (2000) a las parejas infértiles para disfrutar de la sexualidad son las siguientes:

  • Es esencial que tengan tiempo para la pareja y que se diviertan sin presiones de lograr una concepción. Tratar de recobrar el sexo placentero.
  • Los días que le indiquen no tener relaciones coitales no tiene por qué ser días sin sexo. Recordar que el sexo no es sólo una relación coital, pueden realizarse otras actividades sexuales como son las caricias y los masajes mutuos.
  • Los días en que “se supone” deben tener relaciones coitales intente crear un ambiente adecuado que haga que su estado de animo sea bueno y que no haya interferencias externa que puedan afectarles.
  • Introducir variaciones puede resultar beneficioso para la relación, prepare y propicie un entorno agradable y sugerente. Introduzca variaciones en las horas en que tiene relaciones y cambie de rutinas.
  • Procure evitar el sentimiento de culpabilidad los días que se supone “debe hacerlo” y que por el motivo que fuera no sea posible o no pueden.
  • Intenten desarrollar su intimidad de forma no sexual. Escuchen las necesidades de su pareja e intenten empatizar con él/ella.
  • Cuide su aspecto físico, aunque no le apetezca. Y no olvide decirla a su pareja esas palabras que le gusta oír.
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