Las parejas que han pasado por un tratamiento de reproducción asistida y han conseguido el embarazo, experimentan una variedad de emociones como: alegría, satisfacción, sentimientos de logro y éxito, pero a la vez, sienten miedo y preocupación por el bienestar del futuro bebé y del desarrollo del embarazo.
Este miedo y tensión, se puede manifestar a través de problemas de insomnio, pesadillas, estrés y/o ansiedad, pensamientos recurrentes, conductas de comprobación, etc. Estos sentimientos pueden afectar de igual forma a hombres y a mujeres, y aparecen, sobre todo, durante el primer trimestre de embarazo. Estas preocupaciones aumentan en los casos de parejas que han sufrido abortos previos y en los casos de embarazos múltiples. Sin embargo, estos miedos no son diferentes, de los que presentan las parejas que están embarazadas sin haber acudido a la reproducción asistida.
Cuando se desea tanto un hijo, los sentimientos de amor y protección se experimentan incluso antes de haberlo concebido. Por eso suponen tanto dolor los problemas de fertilidad. Durante el embarazo, estos sentimientos van aumentando, y de ahí que aparezca ese miedo a que surja alguna dificultad. Además, conforme se va acercando la fecha del parto, tanto hombres y mujeres, experimentan nerviosismo, preocupación, e incertidumbre. También, suelen aparecer dudas sobre la capacidad de ser padres y madres, de cómo afrontar todos los cambios que supone el nacimiento de un hijo, de la alimentación y cuidado del recién nacido, etc.
¿Cómo conseguir bienestar emocional durante el embarazo?
Para conseguir bienestar emocional durante el embarazo y superar todos estos miedos es importante:
- Tener una buena comunicación con la pareja. Expresar sentimientos y emociones, ponerse en el lugar del otro, apoyarse mutuamente y mostrar afecto.
- Contar con el apoyo del personal sanitario para resolver dudas y recibir información sobre la evolución del embarazo.
- Practicar hábitos de vida saludables como, realizar ejercicio (siempre que no haya contraindicación médica) y llevar una alimentación sana.
- Buscar una red de apoyo entre amigos y familiares.
- Prever y planificar la adaptación a los cambios que se van a producir con el nacimiento del bebé.
- Centrarnos en los pensamientos y sentimientos positivos sobre el embarazo y el futuro bebé.
- Acudir a clases de preparación al parto, donde se comparten experiencias y se reduce la incertidumbre sobre el proceso del trabajo del parto.
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