Cuando una pareja inicia un tratamiento de infertilidad con el objetivo de lograr un embarazo es de vital importancia la actitud que ambos muestren hacia la iniciación del mismo. Es significativo, en este momento la valoración por parte del psicólogo, del grado de expectativas que tienen ante el tratamiento,de su nivel de autoestima, de su capacidad de adaptación al cambio y de su capacidad de afrontamiento ante las situaciones difíciles. Pero sobre todo es fundamental el análisis e intervención psicológica en los tratamientos de fertilidad, que consiste en analizar el tipo de pensamiento que la pareja muestra ante esta nueva situación que va a iniciar.
Y, ¿para qué sería necesario, tener en cuenta todos estos aspectos en una pareja que se somete a este tipo de tratamientos? Pues, la importancia radicaría en que, un buen análisis e intervención en estos puntos puede mejorar su estado emocional y tendría una influencia positiva durante el tratamiento como también podría reforzar su capacidad de sobreponerse ante unos resultados negativos no deseados.
Así, en relación al grado de expectativas, aunque es crucial tener una actitud positiva, también lo es que, éstas sean realistas. Es decir, que sepan gestionar adecuadamente el nivel de probabilidades, que valoren adecuadamente la posibilidad de consecución de un embarazo para que en el caso que hubiera un resultado negativo no les supusiese un coste emocional excesivamente alto.
También, con respecto, al nivel de autoestima, es bien sabido que una baja autoestima por parte de la pareja, mal elaborada como consecuencia de su dificultad para tener hijos puede influir negativamente en el inicio y durante el tratamiento de infertilidad. El papel del psicólogo aquí es relevante para trabajar con ellos sobre este aspecto con el fin de incrementarla, modificarla y mejorarla.
Por otro lado, saber adaptarse a los cambios es fundamental en el ser humano, al igual que poseer una actitud flexible que permita afrontar situaciones nuevas, como también, tener una buena capacidad para tolerar la incertidumbre ante lo nuevo y desconocido. Un tratamiento de infertilidad supone exponerse a un cambio, a una situación nueva. El psicólogo en este punto puede orientar e intervenir para mejorar el nivel de adaptación de la pareja y pueda así, enfrentarse más a la situación, desde el buen manejo de actitudes y emociones positivas que a través de emociones negativas internas.
Asimismo, la capacidad para afrontar y sobreponerse a situaciones difíciles está estrechamente relacionada con el nivel de tolerancia a la frustración y con la capacidad de aprendizaje para saber demorar las gratificaciones por parte de la pareja. Así, el psicólogo puede ayudarles a gestionar este aspecto planificando estrategias y dándole herramientas para que puedan manejarlo, analizando y reforzando su nivel de resiliencia.
Y por último, reseñar qué importante por parte del psicólogo de infertilidad es el análisis de los pensamientos y del estilo cognitivo que tiene la pareja que se somete a los tratamientos de infertilidad. Debido a que, sí ésta o un miembro de la misma tiene pensamientos negativos y críticos le generara diversas emociones negativas que influirán en el tratamiento.
Sí esos pensamientos están basados en generalidades (todo/nada/siempre) e están investidos de falsas expectativas, sustentados en un bajo concepto de sí mismos, en sentimientos de fracaso e incapacidad para sobreponerse a las adversidades, las emociones que se generarán serán intensamente negativas. Ante estos pensamientos que, puede presentar la pareja es importante que el psicólogo los analice, trabajando con ellos las distorsiones cognitivas y las creencias irracionales que los sustentan con el objetivo de lograr un cambio a nivel cognitivo- emocional.
Asimismo, también es fundamental que el psicólogo focalice y refuerce en la pareja la introducción de actitudes y emociones positivas como el optimismo, la alegría, el humor, la ilusión o la esperanza, base de la Psicología Positiva, con el fin de que la interiorización y manejo de las mismas incida positivamente en ellos, durante el transcurso de dicho tratamiento de infertilidad.
En síntesis, el análisis y la intervención psicológica en los tratamientos de fertilidad de las actitudes, emociones y pensamientos que posee la pareja que quiere someterse a un tratamiento de infertilidad puede ayudarles a saber manejar y afrontar adecuadamente la nueva situación. Como también a sentirse mejor a nivel emocional ante el mismo, al haber modificado pensamientos y haber mejorado e introducido nuevas emociones positivas que serán consecuentes con la adquisición de un mayor logro de bienestar psicológico en la pareja.
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