En otros artículos ya os hemos hablado del tratamiento de reproducción asistida indicado para las mujeres que quieren preservar su fertilidad, bien por el diagnóstico de una enfermedad o por el deseo de retrasar la edad de ser madre, tanto por motivos personales como profesionales. Por si no lo sabías, el hombre también tiene reloj biológico (te lo contamos aquí) y aunque “suene” más tarde, también interfiere en su fertilidad, la cual se ve afectada con el paso de los años al igual que las mujeres. El hombre también puede preservar su fertilidad gracias a las técnicas de reproducción asistida.
¿En qué casos el hombre puede querer preservar su fertilidad?
Existen distintos motivos que pueden impulsar a un hombre a tomar la decisión de preservar su fertilidad para poder ser padre en un futuro y con garantías. Entre estos motivos podemos encontrar:
– Casos en los que el hombre va a someterse a un tratamiento que pueda dañar su fertilidad, como aquellos que vayan a comenzar un tratamiento oncológico con quimioterapia o radioterapia. De igual manera se incluyen aquellos casos en los que el hombre va a realizarse una cirugía de testículo o próstata.
– Otro motivo es el paso de la edad, como os comentábamos al principio del post.
– También es interesante que preserven la fertilidad los pacientes con oligospermia severa (semen con baja cantidad de espermatozoides) que progresan hacia azoospermia (ausencia de espermatozoides en el semen).
¿Cuál es el tratamiento indicado para preservar la fertilidad del hombre?
La criopreservación de semen es la técnica indicada para los varones que quieran preservar su paternidad. Criopreservar el semen permite ser padre con garantías en un futuro y en el momento que se considere oportuno. La técnica consiste en conservar una muestra de esperma, lo cual se consigue sometiéndola a un proceso de enfriamiento progresivo hasta ser llevada a una temperatura de -196°C. La muestra de semen se conserva durante largos periodos de tiempo.
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