La vitrificación de óvulos es uno de los avances más notables en medicina reproductiva de los últimos años. Esta técnica se basa en la congelación ultrarápida de ovocitos, en lugar de utilizar un método de congelación tradicional, con el objetivo de que los óvulos no sean dañados. Es una técnica muy eficaz en la que la calidad de los ovocitos vitrificados está más que demostrada.
¿La calidad de los ovocitos vitrificados es la misma que en los frescos?
La vitrificación de ovocitos es un tratamiento que permite preservar la maternidad con garantías. A día de hoy es un recurso muy útil, pues el actual ritmo de vida ha impulsado que la edad de ser madre se retrase. A partir de los 30 años la fertilidad en una mujer se deteriora, por ello la vitrificación de óvulos se convierte en la opción ideal para las mujeres que quieren ser madres pero a edades más tardías.
Las mujeres que van a someterse a este tratamiento pueden tener dudas sobre la calidad que pueden tener los ovocitos una vez descongelados, pero cabe apuntar que la vitrificación es un método de crioconservación que ha demostrado ser mucho más eficiente que otras técnicas convencionales de congelación de óvulos.
La vitrificación consiste en la congelación ultrarrápida y a muy bajas temperaturas (-196ºC) del ovocito. Utiliza crioprotectores que evitan la formación de cristales que son los causantes de dañar al óvulo.
Utilizando esta técnica, se consigue una descongelación de los óvulos con una tasa de supervivencia del 97% y los embriones que se obtienen usando ovocitos que anteriormente han sido vitrificados, tienen los mismos porcentajes de embarazo que los obtenidos a partir de ovocitos frescos. Por lo tanto la calidad de los ovocitos vitrificados es muy elevada y las mujeres tienen asegurada la viabilidad de gestación con este tratamiento de reproducción asistida.
