Hasta fecundar el óvulo, los espermatozoides pasan por una serie de etapas en las que experimentan además infinidad de cambios. Este proceso que ocurre de forma natural, es cuidadosamente estudiado por las técnicas de reproducción asistida para optimizar el funcionamiento de los gametos, corregir imperfecciones en caso de que las hubiesen y que aumenten las posibilidades de embarazo. Un último estudio sobre los espermatozoides revela que no todos se comportan igual aunque aparentemente sí lo hagan, la cantidad de espermatozoides, su movilidad, e incluso la calidad del ADN varía en función de las fases de la eyaculación . La conclusión a la que se ha llegado con el reciente estudio es que el mejor, en todos los parámetros analizados, es el que sale impulsado en el primer momento, en la eyaculación inicial. Este descubrimiento supone un gran avance para las técnicas de reproducción asistida, porque inicialmente el eyaculado se consideraba como un todo, y hacer esta diferenciación podrá ayudas a mejorar la tasa de embarazo. Lo que se propone ahora es recoger el esperma de forma selectiva y emplear de forma mayoritaria el de la primera eyaculación para lograr la fecundación y un mejor desarrollo embrionario.
Diferencias en las fases de la eyaculación
El líquido expulsado durante las fases de la eyaculación se compone de varios fragmentos, distribuidos en una fase preeyaculatoria, primera y segunda fracción del eyaculado.
De acuerdo con el estudio, el semen expulsado en la fase inicial es el que tiene como objeto principal fecundar el óvulo. Es rico en espermatozoides, que también presentan una mayor movilidad, así como en ácido cítrico, magnesio, fosfatasa ácida y zinc, componentes que ejercen un efecto protector y que permiten una mejor conservación del ADN.
Por contra, el líquido seminal de la segunda fracción contiene elementos que pueden causar daños a los espermatozoides. Está compuesta por secreciones de las vesículas seminales, ricas en especies reactivas de oxígeno, que tienen un impacto negativo en la concepción.
En vista de estos resultados, los expertos proponen ahora que el semen que se utiliza en los procesos de reproducción asistida se recoja de forma fraccionada, todo ello encaminado a mejorar el éxito en el tratamiento de reproducción asistida y conseguir el esperado embarazo.
