¿Cuáles son las diferencias entre la Fecundación In Vitro y la Inseminación Artificial?

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La reproducción asistida se convierte en una alternativa para aquellas mujeres o parejas que quieren tener un hijo, pero no pueden conseguirlo de forma natural. La Fecundación In Vitro (con sus variantes) y la Inseminación Artificial son los principales tratamientos de fertilidad, y la elección de una u otra depende del diagnóstico médico.

La Fecundación In Vitro (FIV) consiste en unir espermatozoides y óvulos en el laboratorio, con el fin de crear el mejor embrión que será transferido al útero materno. La fecundación tiene lugar en el laboratorio y no en el aparato reproductor femenino. Por su parte, la Inseminación Artificial (IA) consiste en la colocación de los espermatozoides en el interior del útero de la mujer.

Las diferencias entre Fecundación In Vitro e Inseminación Artificial podrían clasificarse en función de varios criterios:

Procedimiento

La Fecundación In Vitro está compuesta por seis fases: la estimulación ovárica para producir más ovocitos en un ciclo; la punción folicular, con la que se extraen los ovocitos; preparación, selección y capacitación del semen; fecundación de los gametos en una placa de laboratorio; cultivo embrionario cuya duración es de 2 a 5 días -según cada caso-, y por último, la transferencia de embriones en el útero de la futura madre.

La Inseminación Artificial se divide en tres fases: estimulación ovárica con tratamiento hormonal; preparación del semen en el laboratorio, y la inseminación, en la que se introduce la muestra de semen seleccionada y capacitada en el interior del útero mediante una fina cánula.

Lugar de fecundación

La Fecundación In Vitro tiene lugar fuera del  útero de la mujer, en el laboratorio. En una placa, los embriólogos fecundan los óvulos con los espermatozoides previamente seleccionados, y el embrión o embriones resultantes de mayor calidad, serán transferidos al útero de la mujer.

La Inseminación Artificial es una técnica más parecida al proceso natural, y se produce en el cuerpo de la mujer. Mediante la estimulación ovárica se consigue que el útero de la mujer produzca más folículos ováricos. Los espermatozoides, previamente seleccionados, se inyectan con una cánula especial para conseguir facilitar el trayecto de los espermatozoides al útero, acortando la distancia entre ellos.

La técnica empleada

Con la Fecundación In Vitro se estimula la ovulación y se extraen los óvulos que tengan un mayor grado de maduración a través de la punción folicular. El proceso tiene lugar en el laboratorio, al igual que el posterior cultivo de embriones, que serán transferidos al útero de la mujer. El grado de intervención en este tratamiento es mayor que en la Inseminación Artificial, puesto que la mujer se somete a una intervención simple para extraerle los óvulos, denominada punción folicular.

La Inseminación Artificial conlleva una intervención más simple, en la que se prepara el semen en el laboratorio y la fecundación se produce en el interior del útero.

Problema de fertilidad

La Fecundación In Vitro se emplea en los casos de infertilidad más severos, en los que las mujeres sufran alteraciones en su aparato reproductor (endometriosis, lesión en las trompas de Falopio, etc.), y en aquellos en los que los hombres presenten anomalías en su semen, por ejemplo.

La Inseminación Artificial está indicada para los casos en los que los espermatozoides tienen dificultades para llegar al útero, bien por la mala calidad del semen, por esterilidad de origen desconocido, o aquellos en los que la mujer tenga problemas para ovular.

El diagnóstico médico correcto es crucial para indicar el tratamiento adecuado para paciente, y así aumentar las posibilidades de éxito en el embarazo.

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