Las ecografías son un elemento fundamental durante el embarazo que proporcionan información de gran utilidad sobre el futuro bebé. Utilizando un lenguaje común, podemos decir que las ecografías son técnicas de imagen que utilizan los ultrasonidos para observar aquello que está en el interior del cuerpo humano y representarlo con imágenes. Las ecografías son muy útiles para profesionales de la medicina de distintas especialidades, entre ellos los ginecólogos y los obstetras. Además de ser fundamentales para evaluar el desarrollo del bebé, también permiten captar emocionantes imágenes de los primeros momentos de vida de lo que será el futuro hijo. La rápida y profunda evolución de estas técnicas ha propiciado la aparición de distintos tipos de ecografías. Si no sabes las diferencias entre ellas o qué nos aportan cada una os lo contamos.
Principales tipos de ecografías
En la actualidad disponemos de distintos tipos de ecografías, cada una aporta información distinta sobre el futuro bebé.
– Ecografía en dos dimensiones o 2D: De entre los distintos tipos de ecografías es el que se utiliza habitualmente para realizar el seguimiento del embarazo y descartar patologías fetales. Con este tipo se observa al bebé en dos dimensiones y a tiempo real, pudiendo evaluar los movimientos que realiza en todo momento. La ecografía 2D de la semana 20 es de suma importancia porque proporciona información muy valiosa sobre el estado de salud del feto.
– Ecografía Doppler color: Es una modalidad de ecografía que se utiliza para visualizar fluidos en movimiento. Su principal utilidad es el estudio de la circulación sanguínea. En la pantalla del ecógrafo, las estructuras estudiadas aparecen coloreadas en tonalidades de rojo o azul, dependiendo del tipo, intensidad y dirección del flujo sanguíneo.
– Ecografía Doppler pulsado: También sirve para estudiar vasos sanguíneos y el corazón y se recoge en forma de gráfica.
– Ecografía tridimensional o 3D: Podemos decir que este tipo de ecografía es la más parecida a una foto. Ofrece imágenes estáticas, reales y de fácil interpretación del feto.
– Ecografía 4D: permite que esas imágenes volumétricas sean en tiempo real y en movimiento, con lo que se pueden confeccionar vídeos. Tanto en las ecografías 3D como en las 4D se observan o resaltan las partes blandas del cuerpo del bebé, obteniendo así una imagen más nítida del mismo, que incluso permite ver rasgos y características de sus expresiones faciales. Los momentos idóneos para hacer estos tipos de ecografías son entre la semana 22 y la semana 29.
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