El ADN es nuestro DNI genético

El Diagnóstico Genético Preimplantacional es un aire fresco para cientos de personas afectadas por enfermedades raras que ahora ven en sus hijos un futuro libre de enfermedad y lleno de esperanza.

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El ADN es nuestro DNI genético

El color de los ojos, el pelo y otros rasgos físicos son elementos que permiten identificar y diferenciar a una persona del resto. Lo que verdaderamente dota de particularidad a cada ser humano es el material genético que lo compone, pues cada persona tiene uno diferente.

El ADN (ácido desoxirribonucleico) es una molécula que contiene la información genética de un ser vivo, y los datos que contiene son diferentes en cada ser. Hay  una parte de la información que contiene que se transmite de generación en generación. De forma que su análisis es muy importante para cualquier investigación científica en torno a la identidad o las características de una persona.

Cada ser humano, es portador de entre 3 y 5 mutaciones genéticas, ser portador no implica que se desarrolle la enfermedad. Aunque si por un casual, una pareja que presenta alteraciones en el mismo gen tiene descendencia la posibilidad de que ese niño sufra esta enfermedad ligada a la genética es del 25%.

Bebés sanos y libres de enfermedades ligadas al ADN

A través del Diagnóstico Genético Preimplatacional se evita que el futuro bebé herede 150 patologías que están vinculadas a la genética. Mediante esta técnica de reproducción asistida se analizan los embriones después de su fecundación in vitro en el laboratorio (FIV) . Una vez se ha alcanzado el estadio de 7 o 8 células, se seleccionan un par de estas para estudiar el ADN mediante sistemas moleculares. Con esta prueba genética se puede conocer qué embriones tienen mutaciones y cuáles están libres de ellas.

Después de 2 días, se transfieren a la madre los embriones que están totalmente sanos, que permiten que el niño nazca sano y libre de la enfermedad de los padres. Esta técnica se aplica par a parejas en las que al menos uno de los miembros tiene una enfermedad genética hereditaria grave, una dolencia que por el momento no tiene tratamiento o es de aparición precoz.

El DGP ha sido un soplo de aire fresco para muchas familias afectadas por enfermedades raras que ahora ven en sus hijos un futuro libre de enfermedad y lleno de esperanza.

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