Síntomas de implantación: el dolor abdominal

Uno de los síntomas propios de la implantación embrionaria, momento en el cual el embrión se adhiere al endometrio, es el dolor abdominal. Muchas pacientes se preocupan al percibir este síntoma, resolvemos dudas.

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dolor abdominal

La implantación embrionaria es el momento en el que un óvulo fecundado por un espermatozoides se adhiere a la pared del endometrio, y ahí es donde se forma la placenta con la finalidad de proporcionar sangre y alimento al feto en desarrollo. A partir de este momento, la mujer empieza a experimentar una serie de cambios en su cuerpo, para algunas muy perceptibles y para otras no tanto. Ya os hemos hablado en nuestro blog de cuáles son los principales síntomas de implantación embrionaria que suelen originarse, entre ellos los más comunes son un leve sangrado, cólicos de uno o dos días de duración, dolores  abdominales similares a los que se sienten durante la menstruación, ligero hinchazón de los senos o náuseas e incluso vómitos. En Clínicas EVA os vamos a hablar de uno de los síntomas que más suele preocupar a las pacientes, el dolor abdominal.

El dolor abdominal como síntoma de implantación embrionaria

Muchas mujeres se preocupan ante la aparición de este síntoma, pensando que se produce por un inminente aborto, pero las molestias abdominales son un síntoma temprano completamente normal, son un signo de que el cuerpo está preparándose para los 9 meses de embarazo. Las molestias pueden aparecer desde el mismo momento de la implantación, acompañado de un ligero sangrado, denominado también “spotting”, del inglés manchado y de que ya os hemos hablado también en el blog de EVA. El dolor aparece en la parte inferior del abdomen, acompañado a veces una sensación de hinchazón en el vientre, similar a los síntomas que surgen días antes de la menstruación. Este tipo de molestia no suele durar más de un día, con un máximo de dos, en caso de continuarse se recomienda consultarlo con el especialista.

Conforme avanza el embarazo, también es normal sentir leves contracciones uterinas, las cuáles se interpretan como una especie de entrenamiento del útero para cuando llegar la hora de contraer de verdad durante el parto, los músculos situados debajo del útero se expanden y crecen para soportar el peso del útero y del bebé a medida que crece.

Como siempre decimos en Clínicas EVA, cada mujer es diferente e interpreta de forma distinta los síntomas, por ello, lo importante es consultar con el especialista en caso de cualquier duda.

 

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